Día 11: Esos locos bajitos

Continuamos la andadura. Ya superamos la decena de días de expedición y continúan uniéndose caminantes. ¡Son ya algo más de 15.000 visitas las que hemos recibido en el blog durante estos once días! Nunca pensamos que llegaríamos a tanta gente.
Hoy quiero dedicar esta entrada a esos «peques» que, siendo como son un foco de virus, no voy a poder achuchar durante un tiempo. Aún así, gracias a Internet los tengo muy cerquita.

Mi rubio preferido, Marc, todos los días me manda vídeos, audios y fotos. A veces parece que lo tengamos aquí en el salón, haciendo de superhéroe o de «sapo aplastao». No vemos el momento de que nos pida que le contemos un cuento «sin fantasmas ni brujas». ¡Un mordisco le daría ahora mismo al cachorro!
Este es el trabajito que me hizo durante este primer ingreso en el hospital.

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José Luis también nos mandó un dibujo muy bonito, una creación hecha sin ayuda de sus papis. Echamos de menos ver cómo pasa del llanto a la risa en cuestión de segundos.

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María y Lucía, las mejores bailarinas de danza del vientre, nos mandaron su particular empujón. Esperamos que llegue el verano para estar con ellas de nuevo, y que el sherpa corra detrás de ellas para empaparlas de agua.

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Arantxa y Mireia, dos princesitas que me enviaron un mensaje cargado de ternura.

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Ana y Paula, como no, que me alegran las tardes con vídeos de sus canciones a través del whatsapp. Espero poder ver pronto esas actuaciones en persona con un «abrazo apretao».

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«Las Lolillas», Ana y Daniela, que me dan los buenos días con mucho amor.

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Y para finalizar, Dartañán y los tres mosqueteros: Laura, Aitana, Álex y Javi. ¡De los que prometo no perderme ningún cumpleaños más!

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¡Muchas gracias a todos esos locos bajitos por su cariño!

25 Comentarios

  1. No creais que os vais a librar de los cuentos, en cuanto pase la cuarentena se los tendréis que contar todos de una. Aún me acuerdo en un viaje a los Pirineos, Pau se pasó una hora contando cuentos para ver si se dormía y al final Marc indignado se vino a nuestro cuatro diciendo que «el tio Pau no le había contado casi ningún cuento». Y el pobre tio Pau estaba exhausto y con la boca seca!

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  2. Ayer mi hija ana me explicaba lo que era el everest y que «solo suben los mejores escaladores para pinchar arriba una bandera» y le dije q mira.,, teniamos la suerte de conocer a una, así que……a pinchar la bandera en la cima, llevate la de ayer de españa, q es pequeñita….

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