Día 33, ¿para qué?

Seguimos en el campamento 1 esperando para continuar la escalada. Hoy hemos recibido una llamada alentadora. Si cumplen su promesa, mañana por la tarde estaremos de nuevo en marcha. No queremos darle más vueltas a esta tardanza para no terminar desquiciados.

Quiero agradeceros a todos la cantidad de mensajes que dejáis cada día en este blog. Amigos, familia, personas que no conozco y expresan hacia mí sentimientos maravillosos y sinceros. Nunca imaginé cuando empecé esta aventura que las palabras de apoyo me harían tan feliz.

Muchos hacéis alusión a mí como un ejemplo de superación. En estos catorce años que llevo peleando contra esta enfermedad, he tenido la oportunidad de cruzarme con muchas personas que estaban pasando por una situación similar. Por lo general, siempre han sido personas alegres, sonrientes, con ganas de vivir, de terminar con todo para volver a hacer su vida normal.

Me he dado cuenta que, en muchas ocasiones, cuanto más compleja es la situación a la que se enfrentan más optimismo transmiten. De todos y cada uno de ellos he aprendido algo, siempre he querido quedarme con una frase, una actitud, un gesto, que me ha hecho recapacitar y darme cuenta de que no soy «la única desgraciada».

He visto tanto niños pequeños como personas mayores salir adelante, llegar a la cima, enfrentándose a ello con entereza y valentía. ¿Por qué no iba a poder yo? La última lección la aprendí del pequeño Julen y de sus papás, con su fortaleza para afrontar algo tan duro y seguir sonriendo. Para mí, ellos sí son un ejemplo.

Hace unos meses, y tras una de las muchas conversaciones enriquecedoras con mi prima Mamen, que es psicóloga, me explicó que en la vida cuando nos sucede algo traumático siempre tendemos a preguntarnos: ¿por qué a mí? En ese momento estamos realizándonos la pregunta equivocada, pues en realidad lo que debemos pensar es ¿para qué a mi?
Gracias a esta experiencia he encontrado una respuesta a ese ¿para qué?
Saber que estamos ayudando a tanta gente con nuestras palabras hace que una parte de este esfuerzo ya haya merecido la pena.

Además, nos están sucediendo anécdotas y casualidades muy curiosas a través de los comentarios de las entradas que publicamos cada día.

Continuando en esta línea, hoy hemos recibido un regalo especial por parte de nuestro amigo Sergio Ayala, que me ha dedicado un artículo en un portal de emprendedores. Palabras cargadas de sabiduría, emoción y cariño que os invito a que leaís. Gracias Sergio, Clara y Bruna. (Leer artículo)

Como cada día, se siguen sumando sherpas a nuestra expedición. Una vez más Londres, que se está convirtiendo en una sede importante de esta familia. Muchas gracias a Aïda, Laia, Marta, Josevi y Yuri por esta preciosa foto.

Espero que continuéis empujándome hacia arriba en la siguiente etapa, como habéis hecho hasta ahora.

¡Muchas gracias y un abrazo a todos!

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