Día 87, los días previos

Estamos a punto de ingresar en el hospital para afrontar la recta final de escalada. Creemos que durante esta semana se producirá esa llamada que tanto esperamos, diciendo que hay una cama para mí. Esta vez por fin en la planta de hematología, que es donde me toca estar.

Así que, por si fuera el último fin de semana antes de retomar la ascensión, hemos querido aprovechar al máximo el buen tiempo y no hemos parado por casa.

Ayer por la mañana nos fuimos a dar un paseo por el centro de la ciudad, a disfrutar del ambiente de la Plaza Redonda, el Mercado Central, el Barrio del Carmen… A pesar de la fama de nocturna que tiene Valencia, a nosotros nos gusta mucho más su faceta diurna.

Por la tarde nos acercamos al cine a ver la famosa peli de «Ocho apellidos vascos». Es una españolada llena de tópicos, pero el guión es muy gracioso y los actores son buenísimos. Si queréis pasar un rato divertido, no os la perdáis. Nos vino genial echar esas risas en compañía de amigos.

Hoy, como colofón final, hemos ido a casa de mis tíos a degustar un delicioso manjar que ha preparado mi tío Pepe con mucho amor. Unas auténticas migas (con sus complementos) de la Sierra de Cazorla, mi plato preferido de la niñez. Recuerdo a mi abuela haciendo esas sartenes de migas en la lumbre cuando íbamos a pasar las vacaciones al cortijo en Jaén. Además de ser un plato exquisito, es un símbolo de mis raíces. Me recuerda esa infancia tan feliz que he tenido junto a mis primos disfrutando de la naturaleza en estado puro.

Para terminar, decir que hoy en Valencia se ha celebrado la Carrera de la Mujer, y como no podía ser de otra forma, las sherpas de la Marea Morada no han dejado pasar la oportunidad de enviarme mensajes  de apoyo desde esta carrera solidaria. Os muestro las fotos que me han enviado Isa Enero y su prima Ana, Marta Fabra y sus amigas y mi prima Amparito y su pandilla de kangoo. Gracias chicas, ¡el año que viene estaré allí con todas vosotras!